"Victoria Francés en busca de latidos"

AulaSur (Periódico de la URJC) de abril del 2008.

La ilustradora valenciana se renueva con El Corazón de Arlene donde muestra la cara más cruel de la sociedad.

“Pasteles, acuarelas, nogalina, lápices de colores y, en ocasiones, maquillaje”; es todo cuanto Victoria Francés afirma necesitar para hacernos soñar. La autora, que en su día quedó prendada de oscuros bosques, melancólicas doncellas vampíricas, y canales venecianos, vampiros, brujas y máscaras se dieron cita en Favole, tres libros de ilustración bañados de luz en las tinieblas, con profundas influencias como Luis Royo o Edgar Allan Poe.

Pero lejos de quedarse anclada sólo ahí, experimenta ahora nuevos caminos que conmenzaron a trazarse al cambiarse de editorial. Ahora en Planeta De Agostini, tal y como ella dice, “pude experimentar temáticas e historias”. Es precisamente lo que ha hecho con el prólogo que precedió a la obra El corazón de Arlene, el cual dedicó “a las cicatrices que adornan nuestros cuerpos” e, inconscientemente, a las heridas del alma.

En El corazón de Arlene, Victoria nos ofrece su propio corazón a través de historias sencillas, bellamente ilustradas ya que, como nos ha comentado, son “el medio más acertado para expresar mis sentimientos. Desde niña todo lo que imaginaba lo llevaba al papel, es una forma de evadirme de la realidad, supongo que a veces necesitamos historias de fantasía para reflejar la realidad”.

«el medio más acertado para expresar mis sentimientos. Desde niña todo lo que imaginaba lo llevaba al papel».

Arlene es diferente, supone la evolución de una artista que no sólo quiere hacernos pensar entre siniestras sombras. Ensalza la esperanza en forma de latidos de corazón, que trata de representar un mundo más justo, tocando todo los temas sociales en clave de fantasía del abandono de los ancianos al cáncer. Todo un giro en la carrera de esta joven artista.

Arlene es una pequeña mendiga enferma de cáncer que fabrica muñecas en los suburbios de Nueva York. Un día, un torbellino de colores la transforma en una muñeca y nota que le ha “quitado su corazón”.

Dejando a un lado el profundo mensaje de lucha contra una enfermedad que sonsume a gran parte de la sociedad, Victoria deleita los sentidos con cada dibujo pues éstos parecen tener alma. Entre brillos y mariposas, Victoria deja asomar sentimientos de personajes que parecen tan reales como cualquiera de nosotros.

En el libro, también han colaborado Luis Montolio –al realizar la fotografías que nos presentan a Victoria y que podéis ver a la derecha– que son tan oníricas como ella misma; Cristina del Valle, cantante y presidenta de la plataforma de Mujeres Artistas contra la violencia de género, quien habla de la mujer en la historia y, por último, un precioso retrato de Victoria Francés realizado por Iván Cáceres.

Victoria, ángel en la oscuridad Nació en Valencia el 25 de octubre de 1982 y es licenciada en Bellas Artes por la Facultad de San Carlos de la Universidad Politécnica de Valencia. Su cómic favorito es Tarot Café de Park Sang Sun, ediciones La Cúpula. El disco preferido de Victoria, De Lumière Et D’Obscurité de Dark Sanctuary. Publicaciones: - Favole: Lágrimas de Piedra (2004), Norma Editorial. - Favole: Angel Wings (2004), Norma Editorial. - Favole: Libérame (2005), Norma Editorial. - Favole: Gélida Luz (2006), Norma Editorial. - El cotazón de Arlene: prólogo (2007), Planeta De Agostini. - El cotazón de Arlene (2008), Planeta De Agostini.

Los fans de Victoria. Victoria Francés se muestra con humildad, pero ya sólo su figura evoca toda una legión de fans incansables, y es que tal y como ellos dicen: “Victoria tiene algo diferente, especial, nos sentimos identificados con ella. Además muchos de nosotros nos conocemos por su arte”. Es indudable que esta ilustradora está creando escuela. Al preguntarle a Victoria por su éxito, nos mira con una tierna sonrisa y comenta que aún le sorprende, “por la calle suelo ir como una persona normal, pero en salones de firmas y eventos se me acerca mucha gente. Me sigue impactando las reacciones que algunos seguidores tienen al verme, no me termino de acostumbrar de haber pasado de dibujar para mí a que toda mi obra se haga pública”. Todo esto produce una ingente cantidad de “merchandise”, de la que la mayoría de los casos la autora no se beneficia puesto que las licencias las tienen otros. Así, sus fans no se acercan a su mesa de firmas sólo con sus libros sino que también llevan posters, camisetas, calendarios, y un largo etcétera. Ella se lo toma con dulce paciencia, casi de manera tímida habla con cada persona y la hace sentir especial aunque sólo sea por unos segundos, incluso, cosa que pocos hacen, suele quedarse mucho más tiempo que el establecido de la firma para que todos se lleven algún pedacito de ese corazón de Arlene.

Podéis ver esta información en las imágenes extraidas del PDF o en los scans.

Entrevista realizada por: Desiree Bressend.