lunes, 29 de septiembre de 2008

"Victoria Francés conquista al público con la atmósfera siniestra de Favole"


Diari d'Andorra 29 de mayo del 2005

Cuando Norma Editorial publicó el primer trabajo de Victoria Francés, Favole 1. Lágrimas de piedra, esta sección ya se hizo resonancia para advertir de la calidad de sus dibujos. Como si fuera una premonición, desde la publicación de aquel artículo hasta hoy el nombre de Victoria Francés se ha oído cada vez más en las citas más importantes de mundo del cómic. De hecho, en el salón de la Massana, sin ir más lejos, la primera entrega de la serie se convirtió en todo un éxito de ventas y se agotaron todos los ejemplares que se habían puesto en venta. En las librerías ya ha aparecido la segunda entrega de la serie, que en esta ocasión se titula Libérame. De nuevo, ilustraciones maravillosas se funden a la perfección con la belleza de la prosa más poética para conmover las almas más sensibles. Caminante entre vampiros, brujas y espectros, Favole nos llevará a través de paisajes oscuros y oníricos para continuar la búsqueda de su querido Ezequiel.

Con sólo 22 años, Victoria Francés se ha convertido en la autora revelación. Tanto es así que en el Salón del Cómic de Barcelona, que se celebrará el mes próximo, Norma Editorial presenta esta joven ilustradora, estudiante de Bellas Artes en Valencia, como una de sus principales apuestas. La autora ha definido un estilo que ha enganchado completamente el público, y ya disfruta de fieles seguidores que esperan fervorosamente el segundo volumen de la serie. Muchos de los que han apreciado su obra aseguran que seguirá los pasos de Luis Royo y se convertirá en referencia dentro del mundo de la ilustración.

Como en la primera entrega de la serie, este segundo volumen aborda el vampirismo desde una concepción romántica, tal como lo explica la misma autora: "El vampiro es un ser excesivamente romántico y cautivador. Hay mil maneras de interpretar el vampiro, pero aunque su imagen corresponda a un ser demacrado y cadavérico como el Nosferatu de Murnau, siempre poseerá un importado sentido erótico, atractivo y pasional que cautivará todo ser viviente. Si nos fijamos bien, todos somos un poco vampiros, todos deseamos chupar la vida de los otros y nos mezclamos con la energía de los que nos rodean. Esta sed de sangre equivale a la necesidad de amor, a la sed de vida, y es por eso que el vampiro desea huir de la muerte eterna. Desea clavar los colmillos para probar la vida que le fue negada. Busco el sentido romántico del no muerto. Claro está que el mordisco del vampiro es algo absolutamente sexual."

La autora considera fundamental abordar el vampirismo desde la melancolía. "El vampiro es el ser marginado y expulsado de toda luz y felicidad de las cuales disfrutan los seres vivientes. Como en el caso del vampiro, el monstruo Frankenstein está vertido al sufrimiento por el hecho de ser diferente al resto, ya que el monstruo es rechazado por su aspecto grotesco. Nadie es capaz de creer que un monstruo tan horrible, como la criatura de Mary Shelley, sea al mismo tiempo bueno, lleno de humanidad y amor en contraste con sus terribles cicatrices, y es por eso que la soledad que siente el monstruo delante de tanta injusticia derive en odio y maldad delante de todos aquellos que repudian su existencia. Éste es para mi el verdadero sentido de la maldad en el mundo gótico. La incomprensión de aquellos que son buenos".

A la Hora de hablar de sus influencias, Francés asegura que "desde pequeña he sido la típica niña loca por las películas de fantasía como Laberinto, Legend o Cristal oscuro ... y recuerdo cómo adoraba una película de animación que se llamaba El Vuelo de los dragones y la serie de dibujos Dragones y mazmorras. Mis influencias son incontables, el más destacado en mi trabajo correspondería en las imágenes que me creé al leer los verdaderos cuentos de los hermanos Grimm". Y aparte de ésta influencia también destaca "los relatos maravillosos de Julio Ángel Olivares Merino, que me instruyó tanto en la literatura como en los míos inicuos como ilustradora. Es fantástico el legado artístico que me ha dejado este escritor de literatura gótica. De hecho, en el primer capítulo de Favole 1 hago cierta referencia a su persona, es mi pequeño recuerdo por la relación artística que tuvimos".En cuanto al origen de Favole, Francés dice que "surgió de las raíces de los cuentos antiguos que todos conocemos, y que en cierta manera siempre nos han resultado un poco ridículos e infantiles. Favole quiere decir cuentos, en italiano, y asimismo Favole sería un punto principal para su estética y fantasmagoría". Y con estos elementos, el público se ha rendido a la obra de la autora.

Podéis leer este artículo en catalán desde la imagen extraida del PDF. Sin embargo, no dispongo de esta publicación en físico para escanearla.

Fuente: La Massana Còmic
Dió a conocer esta noticia: Página oficial de Victoria Francés
Traducción: Generalitat de Catalunya
Retoques y ajustes: webmistress


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