domingo, 6 de noviembre de 2011

"Una gótica en el salón del manga"

Diario "La Vanguardia", 2 de noviembre del 2011

Victoria Francés triunfa en el certamen con una muestra de
originales de sus obras y con la integral de su trilogía ‘Favole’

JUSTO BARRANCO
L’Hospitalet de Llobregat

Victoria Francés (1982) no dibuja mangas, pero ha sido, como era de esperar, una de las grandes atracciones del Saló del Manga que concluyó ayer. La joven autora valenciana presentaba y firmaba la lujosa edición integral de Fávole (Norma Editorial), la trilogía gótica y vampírica que la catapultó a la fama antes de la actual moda de películas y libros sobre vampiros. Pero además el Saló le dedicaba una exposición que, bajo el título de Luz en la oscuridad, mostraba originales –la mayoría por primera vez– de obras de Francés como Favole, Dark sanctuary o Misty circus.

Francés, una habitual del Saló del Còmic, debutaba así en el certamen hermano, y aunque su trabajado y perfeccionista dibujo desde luego no es el habitual de los mangas, sí que ve algunas conexiones en cuanto a estética y estilo. “En Japón se ha puesto de moda la estética gothic lolita, con un aire muy victoriano, gótico, que tiene mucho que ver con mi obra”. No resulta extraño que una empresa japonesa comercialice a partir del 2012 una muñeca basada en su obra Angel wings, lo cual, dice, ha sido “una excusa perfecta” para introducirse en el Saló del Manga. Un género que por otra parte le gusta leer –“me encanta Ranma y otras series, pero dibujarlo no”. De hecho, Victoria Francés confiesa con una sonrisa que lee mucho “los Creepy de toda la vida, me encantan. De hecho, suelen ser cosas antiguas lo que más leo”.

En cuanto a su trabajo, recuperar ahora la trilogía Favole en un solo volumen, con sus escenarios románticos y decadentes, con sus vampiros sufrientes, afligidos por emociones demasiado humanas, le produce emoción, pero afirma que no se puede quedar anclada “en un estilo concreto, me gusta hacer cosas nuevas, arriesgarme, escapar del aburrimiento”. Por eso, pese al éxito de Favole, no quiso seguir repitiéndose, y se lanzó a nuevas aventuras como El corazón de Arlene, con una pequeña mendiga que debe cruzar un mundo repleto de mundos y fantasías para recuperar el corazón que le han robado. O como Misty circus, la saga de seis libros ambientados en el mundo del circo en la que trabaja en la actualidad y de la que ya ha publicado dos volúmenes, una obra con un dibujo más ingenuo, menos realista.

“En cualquier caso –dice– haga lo que haga no dejo la temática oscura, es el mismo mensaje, que tiene muchas partes de mí. Es el lema de la muestra en el Saló, Luz en la oscuridad. Mis ilustraciones se basan en personajes rechazados, sea el monstruo gótico, de los vampiros a Frankenstein, o sea el rechazado social. E intento tratar su melancolía y esa tristeza desde un punto de vista esperanzador. Y eso llega mucho, y la parte más gratificante es ver a la gente emocionada”.

Pero pese a que Francés ha optado siempre por historias con fuerte componente gótico, afirma que nunca se ha sentido identificada con la tribu urbana gótica “porque se centra mucho en la estética y dejan de lado otras cosas que conlleva, como ver la bondad dentro de la parte oscura del ser humano. Yo no me definiría como gótica, sino como siniestra o del new romantic de los 80”. Pero, ¿de dónde le viene tanta melancolía? “No lo sé. Es mi carácter, siempre nostálgica. Y supongo que de algunas pérdidas”.

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